Medio Físico

CLIMA

Sevilla la Nueva, cómo se puede apreciar por los valores climáticos señalados en la tabla adjunta, nos encontramos en una zona caracterizada por un clima mediterráneo templado. Se caracteriza por inviernos de temperaturas no excesivamente extremas, con un período de heladas amplio y veranos severos.

Por lo que respecta al régimen de humedad, los índices de humedad mensuales y anuales, la lluvia de lavado, la distribución estacional de la pluviometría, etc., lo definen como Mediterráneo seco.

La característica fundamental del clima mediterráneo es que coincide la estación más calurosa con la ausencia de lluvias, cumpliéndose en nuestro municipio de forma destacable. Este factor origina un importante déficit hídrico durante los meses de verano, incluso en los años menos lluviosos, este déficit puede abarcar el otoño o todo el año en casos extremos.

Los datos sobre vientos disponibles son escasos. El observatorio más próximo se localiza en Cuatro Vientos. Según datos de este observatorio la dirección claramente dominante del viento es SW, seguida de NE, menos frecuente. La velocidad media se sitúa en torno a los 2,8 m/s. Estos valores pueden ser extrapolables a la zona de Sevilla la Nueva, donde la experiencia muestra que éstas son las direcciones dominantes.

VARIABLE CLIMATICAVALOR MEDIO
Temperatura media anual12-16ºC
Temperatura media mes más frío4-6ºC
Temperatura media mes más cálido24-26ºC
Duración media del periodo de heladas6-7 meses
ETP media anual800-900 mm
Precipitación media anual400-500 mm
Déficit medio anual450-600 mm
Duración media del período seco4-5 meses
Precipitación de invierno35%
Precipitación de Primavera27%
Precipitación de otoño29%

[1] MAPA DE CULTIVOS Y APROVECHAMIENTOS (1:50000), Sevilla la Nueva (Hoja 580, 18-23). Ministerio de Agricultura.

NOMENCLATOR

Zonas urbanas

En el término municipal existen cuatro núcleos de población suficientemente separados como para poder ser considerados de forma individual.

  • El casco urbano, aproximadamente con 2.500 viviendas.
  • La urbanización los Manantiales, distante 1,5 km del núcleo principal, cuenta con un total de 327 viviendas.
  • Por último, la urbanización Los Cortijos, distante 3 km del casco, con 135 viviendas.
  • La urbanización de Valdelagua, con 27 viviendas.

Poligono Industrial

Las industrias se concentran en el “Polígono Industrial Los Perales”, situado al noreste del casco urbano. Este polígono acoge 77 naves industriales que acogen industrias de servicios básicamente.

RELIEVE

El término municipal de Sevilla la Nueva presenta un relieve suavemente alomado, con una leve inclinación hacia el sudeste, la red hídrica ha generado una compleja sucesión de lomas y vaguadas poco profundas.

El casco urbano se localiza en el lugar más elevado del municipio. El punto más elevado del término coincide con el Alto del Camposanto –en el Paseo de la Cruz de la Sangre-, a 681 m de altitud. El segundo lugar más alto del municipio coincide con la Plaza de los Arcos, situada a 675 m de altitud.

El resto del término presenta altitudes menores, alternándose pequeños cerros con depresiones excavadas por la red hídrica, siendo las vaguadas generadas por los arroyos principales los lugares más deprimidos; es el caso del arroyo de las Charcas que, con unos 580 m de altitud sería el punto más bajo del municipio. Observamos como la diferencia de altitudes extremas apenas alcanza los 100m, lo que da un indicio de la suavidad del relieve.

Las pendientes son variables, desde el 2% aproximado de las zonas más llanas (Los Llanos, Manantiales,..) al 20% de las laderas más pronunciadas (Dehesa Boyal, Los Cortijos, La Bañuela,..), pasando por pendientes entorno al 5%, que son las más frecuentes tanto en el casco urbano como en la mayor parte del municipio.

GEOLOGÍA Y LOTOGRAFÍA

La cuenca de Madrid conforma un amplio graben o depresión de origen tectónico de unos 15.000 km2 de superficie, limitado al NO y N por rocas ígneas y metamórficas que afloran en los relieves del Sistema Central, al NE por sedimentos de edad Mesozoica, al S por los granitos y rocas metamórficas de los Montes de Toledo y hacia el E por los relieves calcáreos de la Sierra de Altomira.

El relleno de la Cuenca de Madrid comienza en el Cretácico, cuyos materiales afloran adosados a las rocas ígneas y metamórficas del Sistema Central. El Terciario se dispone sobre el Cretácico en los sectores NO, N y E de la cuenca, mientras que se apoya directamente sobre el zócalo en la zona de Montes de Toledo. En la zona central de la cuenca la potencia de sedimentos terciarios puede alcanzar los 1.500 m de espesor.

En la zona donde se ubica Sevilla la Nueva, el Terciario aflorante está constituido por depósitos de edad miocena. El Mioceno de la Cuenca de Madrid ha sido dividido en tres grandes unidades que coinciden con tres grandes secuencias sedimentarias: Unidades Inferior, Intermedia y Superior. Los materiales en Sevilla la Nueva constituyen una única unidad geológica y pertenecen a la denominada Unidad Intermedia.

Estos materiales son denominados Arcosas Superiores de la Facies Madrid o Arenas de Miga, y son de edad Mioceno superior. Esta es la unidad más moderna de las que aparecen dentro del Neógeno en la zona de estudio. Corresponden al último episodio sedimentario arcósico acontecido dentro de la Cuenca de Madrid. Desde el punto de vista litológico son arenas feldespáticas (arcosas) de color pardo o amarillento, grano grueso a muy grueso y generalmente con escasa matriz arcillosa. Destaca dentro de su aparente homogeneidad la presencia de niveles de gravillas de naturaleza granítica o cuarcítica. Presentan también cantos intercalados y bloques dispersos, similares a los que aparecen en la denominada Facies de Bolos, pero de menor tamaño. La cementación es escasa en superficie, pero puede aumentar en profundidad.

Sedimentológicamente estos depósitos se interpretan como facies características de zonas proximales o intermedias de abanicos aluviales que bajaban de los relieves de la Sierra al centro de la cuenca. El espesor deducido para esta unidad es de, al menos, unos 100m.

EDAFOLOGÍA

Siguiendo las normas de la clasificación de suelos de la FAO, tenemos en la zona de estudio cuatro tipos de suelos básicamente: Regosoles, Cambisoles, Luvisoles y, en menor medida, Leptosoles.

  • Regosoles: Aparecen asociados con cambisoles en el cuadrante suroeste del municipio, con límite aproximado hacia el este en la carretera M-600 y hacia el norte, el arroyo de Las Charcas. Son suelos muy poco evolucionados, lo que se traduce en la inexistencia de horizontes de diagnóstico salvo la presencia de un horizonte A superficial de tipo ócrico o úmbrico. Se desarrollan sobre materiales no consolidados. En particular, en la zona estudiada tenemos regosoles dístricos, caracterizados ‘por presentar una saturación en bases menor del 50% al menos entre los 20 y 50 cm superficiales. Se trata de suelo cuya profundidad supera siempre los 100 cm, todos ellos útiles para las plantas debido a la escasa consolidación de los materiales de partida. La permeabilidad es alta, con dominio de texturas medias a gruesas. El contenido en materia orgánica es bajo, con suelos ácidos, con un PH alrededor de 5,5 y salinidad muy baja.En conjunto, se trata de suelos pobres, aunque aptos para la agricultura.
  • Leptosoles: Son los suelos menos frecuentes en el área de estudio; aparecen asociados a los cambisoles. Se caracterizan por encontrarse limitados, dentro de una profundidad de 30 cm, por una roca dura o por una capa cementada continua. En particular, en el área de estudio los Leptosoles pertenecen al tipo úmbrico, caracterizados por un horizonte rico en materia orgánica y de color oscuro, con baja saturación de bases que no llega al 50%. La roca o capa cementada aparece a más de 10 cm de profundidad. Estos suelos presentan limitaciones para el cultivo.

Entre los cambisoles encontramos los siguientes tipos:

  • Cambisoles eútricos: Aparecen como suelos más frecuentes en el cuadrante oeste del municipio, hacia el norte (en la denominada Campiña de Brunete), una pequeña superficie en los Manantiales y en el extremo sudeste del municipio. También los encontramos asociados a los regosoles en el ámbito descrito para este tipo de suelos.Estos suelos se caracterizan por presentar un horizonte A ócrico y un grado de saturación del 50% o más, al menos entre los 20 y 50 cm de profundidad a partir de la superficie, y no son calcáreos dentro de esa profundidad. El horizonte cámbico presenta coloración parda pero sin tendencia al rojo. Carecen de propiedades gleicas en 100 cm a partir de la superficie.Son suelos que no presentan carbonato cálcico, si bien tienen un pH próximo a la neutralidad. No presentan problemas de salinidad y son pobres en materia orgánica. Son de textura franco-arcillo-arenosa, de tipo medio, con algo de pedregosidad en el perfil, con permeabilidad media a rápida y valores también medios para la retención de agua. En cuanto a la productividad agrícola, estos suelos presentan limitaciones moderadas para el cultivo.
  • Cambisoles dístricos: Se presentan asociados a los Regosoles y Cambisoles eútricos, en las localizaciones señaladas con anterioridad, siendo menos frecuentes que éstos.Presentan un horizonte A ócrico y un grado de saturación menor del 50%, al menos entre los 20 y 50 cm de profundidad y carecen de propiedades gleicas dentro de los 100 primeros cm. Son suelos ácidos, sin carbonatos, con muy baja salinidad y con moderados contenidos en materia orgánica que suele estar bien humificada. De textura arenosa y con alto grado de pedregosidad tanto en el horizonte A como en el B. Son suelos muy permeables pero en cambio los de más baja retención de agua de todos los cambisoles.
  • Luvisoles: Se localizan básicamente en el tercio norte del municipio, extendiéndose a partir de la margen izquierda del arroyo de Las Castañuelas y en el tercio Noreste, desde el propio casco urbano, siguiendo en paralelo la carretera M-600 y el curso de los arroyos del Praderón y Valle Grande.Son los suelos de más clara vocación agrícola, dedicados principalmente al cultivo cerealístico. Su característica fundamental es la de presentar un horizonte B con un claro enriquecimiento en arcilla que en parte e iluvial y en parte se ha formado en el propio horizonte. Este tipo de horizonte se denomina “argílico”. En particular, en la zona de estudio tenemos Luvisoles háplicos, caracterizados por no presentar coloraciones tendentes al rojo, ni en su morfología muestran un horizonte cálcico, ni presentan hidromorfía en los primeros 100 cm a partir de la superficie. Estos suelos muestran valores de pH próximos a 7 y de saturación entre el 70 y el 85%. Son de textura franco-arcillo-arenosa, poco pedregosos, buena permeabilidad, pobres en materia orgánica y sin problemas de salinidad.Son suelos profundos, con una profundidad útil superior a los 150cm.

HIDROLOGÍA

El término municipal en su totalidad se localiza sobre el acuífero detrítico de Madrid. La posibilidad de encontrar aguas subterráneas a escasa profundidad es bastante baja, únicamente se pueden obtener en las proximidades del río Guadarrama, situado a varios kilómetros del municipio. Concretamente, los sondeos realizados para la obtención de agua para el abastecimiento en el municipio de Sevilla la Nueva, han necesitado profundizar más de cien metros, alcanzando el acuífero detrítico de Madrid.

Existen algunos acuíferos superficiales de escasa entidad, que se localizan principalmente en los fondos de las vaguadas de los principales arroyos. La mayoría apenas ocupan una superficie de algunos cientos de metros cuadrados. En este sentido, podemos destacar el existente a lo largo del arroyo de las Charcas, por ser el de mayor entidad.

La charca artificial existente en la base del arroyo de Las Charcas nos permite conocer la variación del nivel freático a lo largo del año. Así,, mientras que en invierno, el nivel del agua se sitúa casi al mismo nivel que el nivel más bajo del terreno, en verano el agua baja su nivel más de medio metro por debajo del mismo, aunque varía anualmente en función de la pluviosidad.

La zona en estudio pertenece a la cuenca del Tajo. En particular, los arroyos existentes en la misma son subsidiarios de los ríos Guadarrama y Perales.

Los arroyos de mayor entidad del término municipal son:

  • Arroyo de la Retamosa: recoge las aguas de los arroyos de Haces y de los Borriqueros y vierte al arroyo Grande, afluente del río Perales. De curso estacional, no presenta vida acuícola. Recibe los vertidos del polígono industrial Los Perales.
  • Arroyo de las Charcas: discurre por la Dehesa Boyal, recoge las aguas del arroyo de La Bañuela y vierte al arroyo Fondillo, afluente del Perales. Este arroyo, de cauce estacional, presenta la particularidad que en el año 1996 se realizó en su cauce una charca artificial de unos 2.500 m2 de lámina de agua. La lámina de agua se consiguió únicamente extrayendo las arenas hasta alcanzar el nivel freático, en este punto bastante próximo a la superficie, por lo que el nivel del agua sufre en la laguna variaciones estacionales, aunque mantiene una buena cantidad de agua todo el año. El arroyo no soporta vida piscícola; sin embargo, en la charca podemos observar la presencia de barbos y carpines introducidos por vecinos del municipio, galápagos, gallipatos y aves acuáticas, como ánades reales y garza real.
  • Arroyo de las Castañuelas: De curso estacional, nace en la finca El Bosque y toma dirección norte para, una vez recogidas las aguas de los arroyos del Pozo Magón, del arroyo de los Grajales y otros cursos menores, verter al arroyo Palomero y éste al río Perales. No recibe ningún tipo de vertido.
  • Arroyo del Praderón: Mantiene un caudal permanente debido a que recibe las aguas residuales del casco urbano de Sevilla la Nueva. Este arroyo recibe las aguas de los arroyos de la Pradera del Mojón y de la Pradera de las Yeguas, vertiendo al arroyo Sacedón y este al río Guadarrama.
  • Arroyo de Fuente Montes: recoge las aguas de arroyo del Maeso y toma dirección sur para verter al arroyo Grande y éste al río Perales. Presenta caudal permanente en algunos tramos, debido a que recibe los vertidos de la urbanización El Hórreo, integrada en el casco urbano. Este arroyo presenta una canalización, a lo largo de 300m, datada en el siglo XVII, realizada para el acondicionamiento de las huertas del Palacio de Baena. (Ver muro al final del Hórreo, si es que no lo tapan con las obras).

En el municipio existen cuatro fuentes naturales: La Bañuela y El Testero, localizadas en la Dehesa Boyal; la Mina, al sur del término municipal; y Fuente Empedrada, al norte del término. Todas ellas presentan un caudal muy reducido, aunque manan durante todo el año. Salvo algún otro punto de agua estacional existente en la finca El Bosque, no existen más afloramientos en el municipio.

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